8 lecciones de vida que me hubiera gustado saber antes
Si te sientes enojado, decepcionado, frustrado o impotente en cualquier área de tu vida, te prometo que estas ocho lecciones de vida que he aprendido lo cambiarán todo para ti.
Por Amy M Chambers •
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Debido a que estoy en mis 40 años, miro hacia atrás a mi yo más joven y reconozco cuánto sufrimiento innecesario creé para mí misma al no conocer estas ocho simples verdades. Aprendí estas lecciones de vida de la manera más difícil. Descubrirlas transformó toda mi existencia. Hoy, las comparto con ustedes.
1. Nuestro poder en la vida proviene de enfocarnos en lo que podemos controlar, no en lo que no podemos
En la vida suceden cosas desafortunadas. Cuando lo hacen, puede ser fácil o tentador volverse reactivo y concentrarse en lo que no va bien. Muchos de nosotros pasamos demasiado tiempo lloriqueando, quejándonos o desahogándonos sobre cosas que simplemente no podemos controlar: el clima, el tráfico, el comportamiento de otras personas, el pasado. Enfocarnos en las circunstancias o cosas que nos están sucediendo es mucho menos efectivo que enfocarnos en cómo podemos responder a ellas y qué podemos hacer al respecto. Evita el drama. Mantén tu enfoque en ti mismo y qué más puedes hacer y casi siempre encontrarás la manera de mejorar las cosas.
2. El miedo está sólo en nuestras mentes
El miedo es producto de nuestra imaginación. Por lo general, cuando sentimos miedo, estamos preocupados por algo que puede (o no) suceder en el futuro. Nuestro poder radica en enfocarnos en nuestra realidad presente. El miedo tiende a inhibir la acción, pero la acción puede superar el miedo. Por lo tanto, una de las mejores maneras de superar el miedo (de cualquier cosa) es simplemente ponerse en movimiento y actuar. No te concentres en las historias que te cuentas a ti mismo. Sal y haz algo respecto a las cosas por las que estás nervioso o ansioso.
3. El fracaso no es lo opuesto al éxito, es parte de él
La mayoría de nosotros odiamos cometer errores o fallar. Pero cometer errores y fallar es gran parte de nuestro proceso de aprendizaje y crecimiento. Cuando nos equivocamos, pero nos tomamos el tiempo para encontrar un aprendizaje significativo, nuestros errores nos ayudan a mejorarnos y mejorar. Nos ayudan a subir de nivel. Nuestros errores son sólo fracasos si elegimos verlos como fracasos. Winston Churchill lo dijo mejor: "El éxito es ir de fracaso en fracaso sin una pérdida de entusiasmo o energía". Eso no podría ser más cierto. No es cómo caemos, sino cómo nos levantamos lo que realmente importa. Encuentra el aprendizaje, aplícalo y sigue adelante con amor y compasión por ti mismo.
4. Siéntete cómodo cuando estés incómodo
Cuando nos sentimos incómodos, a menudo significa que nos estamos desafiando a nosotros mismos, estirándonos y probando algo nuevo. ¡Así es como crecemos! Por lo tanto, sentirse incómodo suele ser una señal de que estás progresando y evolucionando. Acostumbrarnos a esa sensación puede ayudarnos a hacerlo más a menudo y con menos resistencia. La mejor manera de sentirse cómodo cuando estés incómodo es practicarlo. En lugar de rehuirle a la incomodidad, toma la decisión de apoyarte en ella. Busca maneras de sentirse incómodo; vívelas y sabe cuán útiles serán para ti y tu desarrollo.
5. Encuentra maneras de no ofenderte por las cosas
Muchos de nosotros vamos por la vida casi buscando razones para sentirnos ofendidos. Esto proviene del deseo de nuestro ego de protegernos a nosotros mismos y a nuestras creencias. Nuestras mentes pueden jugarnos engañarnos y convencernos de que tenemos "razón" cuando no la tenemos. Cuando no nos gusta lo que estamos escuchando o experimentando, es importante reducir la velocidad y tomarnos el tiempo para escuchar. La mayoría de los errores de comunicación se pueden resolver simplemente buscando comprender el punto de vista de los demás y perspectivas alternativas. En lugar de juzgar a las personas o cosas diferentes a ti, acéptalas. Aprecia las diferencias. Tener la fortaleza para nunca tomar nada de manera personal es esencialmente un superpoder.
6. El crecimiento requiere cambio
Muchos de nosotros queremos crecer como personas, pero no estamos dispuestos a vivir el cambio para que suceda. Así no es como funciona el crecimiento. Si queremos lo que nunca hemos tenido antes, debemos estar dispuestos a hacer cosas que nunca hemos hecho antes. Los músculos crecen al poner estrés y tensión repetidamente sobre ellos; luego dejas que se recuperen antes de repetir los movimientos. Sucede lo mismo con el crecimiento mental y emocional. Si nunca sientes ningún tipo de tensión o estrés, entonces probablemente no estés creciendo. No solo aceptes el cambio o estés abierto a él; búscalo activamente.
7. Centrarte en lo que amas y te apasiona te llevará a una gran felicidad
Muchos de nosotros hacemos las cosas por obligación (sentimos que debemos hacerlo) o por miedo (sentimos que tenemos que hacerlo). El verdadero éxito ocurre cuando hacemos cosas por amor o deseo (porque queremos). Cuando nos involucramos con trabajos, actividades o personas que realmente amamos, rara vez se siente como trabajo. Buscar cosas que nos apasionan nos ayuda a sentir una motivación más intrínseca y eso nos mantiene andando en tiempos difíciles o desafiantes. Aquí es cuando estamos más alineados con nosotros mismos, y se siente bien ser congruentes con nosotros mismos. Eso lleva a la alegría y la satisfacción con lo que sea que estemos haciendo. Es difícil no tener éxito cuando sientes alegría y satisfacción.
8. El ayer es pesado — déjalo ir
Muchos de nosotros estamos enfocados en el pasado, o en lo que sucedió el mes o el año pasados. El pasado está escrito; grabado en piedra. No se puede cambiar. Centrarse demasiado en él puede ser peligroso porque no está dentro de nuestro círculo de control. Un antiguo jefe mío solía decir: "El pasado es interesante, pero nada más". El pasado puede guiarnos e instruirnos, pero no determina nuestro futuro ni nos define. Enfocarnos demasiado en él nos saca del momento presente o de nuestra capacidad de planificar para el futuro.
Hasta que aprendí estas lecciones, mi vida estaba llena de decepciones o frustraciones innecesarias. Debajo de todas estas lecciones hay un concepto simple: casi todo en la vida es una elección que hacemos. Cuando comencé a elegir mejor, mis días se llenaron de mucha más alegría. Pruébalo.